Si
hay algo que a los peruanos les produce una debilidad irresistible es sin duda
la pasión y gusto que tienen por sus dulces. Como sabemos, el Perú es cuna de
grandes potajes y los postres no son la excepción. Este especial vínculo se
originó en el siglo XVI con la llegada al continente americano de los
conquistadores españoles, quienes trajeron consigo insumos como la caña de
azúcar y el trigo, así como también el ganado vacuno y el caprino.
Esto significó un gran descubrimiento para los antiguos
pobladores incas, quienes apenas percibían el sabor dulce con frutas como la
lúcuma y la chirimoya. Es así como surgieron novedosos productos como el
azúcar, la harina y la leche, que sirvieron para la preparación de innumerables
y exquisitos postres, lo que permitió el nacimiento de la repostería peruana,
tan única como apreciada.
Y es que no hay peruano o extranjero que se resista ante la
tentación de saborear una Mazamorra morada, un Suspiro a la Limeña, unos Picarones o un Arroz con leche. Ya sea para
culminar a lo grande un almuerzo o para satisfacer un antojo durante la tarde.
Cualquier momento es ideal para ser feliz junto con uno de los tantos dulces
que la gastronomía del Perú te
puede ofrecer. Por ello, a continuación, te invitamos a descubrir algunos de
los más representativos y tradicionales postres que de ningún modo debes dejar
de probar en tu visita por este país.
Suspiro a la limeña
Tan tradicional como exquisito, el Suspiro llama
la atención no solo por su particular nombre, sino también por su presentación.
Servido en pequeñas copitas, uno puede imaginarse la magnitud de su sabor al
contemplar la mezcla de capas entre el manjar blanco y el merengue a base de
almíbar. Una explosión en el paladar que, en ocasiones, es acompañada con una
taza de té helado o con una copita de pisco para que el deleite sea mayor.
El
origen de este dulce se remonta a inicios del siglo XIX, aunque antiguamente ya
se ensayaban recetas similares con la mayoría de sus ingredientes traídos desde
España durante la época colonial. Su singular y especial nombre nace gracias al
escritor peruano José Gálvez Barrenechea quien, al descubrir su sabor, lo
describió como un "suave y dulce suspiro de una mujer". Frase que
simboliza a la perfección el efecto que se produce al probarlo.
Picarones
Similares a una dona por su presentación en forma de aros, los Picarones son un
manjar por su sabor único. Su receta se basa en insumos como el zapallo y el
camote, por lo que sus orígenes se remontan a la época de los Incas; aunque con
la llegada de los españoles, se agregaron ingredientes como la harina de trigo.
Actualmente, muchos turistas españoles suelen relacionarlo con los
tradicionales buñuelos hispánicos.
Al servirse, las crocantes roscas calientes son bañadas en miel
de chancaca, lo que te provocará seguir disfrutándolas.
Mazamorra
Morada
Es, sin duda, el dulce más emblemático y
tradicional del Perú, muy popular especialmente en la ciudad de Lima. Esta
tradición está muy vinculada a la conmemoración de la procesión del Señor de
los Milagros -celebración religiosa que se lleva a cabo todos los años durante
el mes de octubre y en la que se realizan masivas procesiones con la imagen del
Cristo Moreno.
Su
preparación data de la época prehispánica. Los antiguos peruanos preparaban una
variación de mazamorra con el uso del maíz amarillo llamado ishkupcha, a la que
se agregaba cal viva. Con la llegada de la cultura -influenciada por la cocina
árabe-, nuevos ingredientes como el clavo de olor, canela, membrillo, limón y
azúcar fueron incluidos para dar con el gran postre como se le conoce
actualmente.
Sanguito
Reconocido como uno de los dulces más antiguos, el Sanguito es historia viva en
la cultura popular del Perú. Su origen tiene lugar en la época prehispánica, en
la que se le llamaba en el idioma quechua sanku. Se prepara a base de una masa
de maíz cocinada con poca agua. Con la influencia española, se le añadió
azúcar, pasas y canela, receta que se mantiene vigente hasta hoy.
Actualmente, puedes encontrar este emblemático dulce en algunos
puestos de comida al paso en las calles del centro de Lima. Si tienes la
oportunidad de cruzarte con uno de ellos, no dudes en pedir una porción de
Sanguito. Sin duda, disfrutarás de su sabor.
King Kong
Este delicioso dulce norteño -propio de la región Lambayeque - no solo viene
abriéndose paso en todo el Perú, sino también es exportado a otros países como
Estados Unidos, España y Japón. Similar en su presentación a un alfajor, el
King Kong se distingue por su gran combinación de ingredientes: la suavidad del
relleno de manjar blanco -con variaciones de dulce de maní o piña- se une
perfectamente con las crocantes galletas que cubren la crema por ambos
lados.
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